Me pone triste no tenerte cerca, se te va olvidar mi nombre
nuestras conversaciones, los desvelos, la amistad.
Prometiste no olvidarme, quedarte cerca cuando llegara el fin del mundo.
No llevarte mis recuerdos, dibujarme para siempre dentro de tus ojos. No tirarme a la basura, guardar esa cajita de noches enteras y risas y
planes, no borrar la papelera definitivamente.
Hoy me paro en un balcón ajeno y pienso en ti mientras fumo un cigarro y me aferro al humo que flota entre las gotas diminutas de una lluvia que amenaza con caer.
te veo de lejos y te quiero cerca, mi nombre ha sido borrado y el camino hacia
cualquier parte trazado de antemano, trazado por ti.
Por eso escojo no querer, no apegarme, aislarme en el mundo extraño de mis pensamientos, no hay lazos, los míos fueron cortados a cachos con unas tijeras de cocina, se quedaron flotando en nuestra tina de metal a un lado de mi corazón roto, porque también las polillas saben abandonarnos.
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