Me gustan tus ojos porque son como estrellas,
así de eternos y fugaces los seres que pasan por nuestra vida
y que nos dejan inmovilizados por momentos
y por otros nos llevan hasta donde no imaginamos
y sin embargo detenemos el horizonte,
la caja fuerte está llena de infinitos encadenados,
intermediados por lapsos de irrealidad,
vacío y nostalgia por volver la mirada atrás
y saber la imposibilidad de retomarlo,
de cualquier modo regresaste y estás ahora aquí
frente a mi, imaginando que somos sin ser,
dejando al camino escribirse al caminarlo,
con los ojos cerrados y las fuerzas del viento empujándonos
sin saber a dónde o cuándo o cómo.
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