He vuelto a soñar contigo,
me dejo caer de nuevo
de alturas inmensas,
sin paracaídas -se me olvidó en la bolsa de mano junto a las zapatillas-
tu cara no varía, te recuerdo exactamente,
a pesar del inconsciente
a pesar de la reinterpretación
y de los hechos.
Estás ahí sentado mirando el plato de comida como si nada pasara
como si las hojas de los árboles
o las ardillas no siguieran su curso
y no terminaran por morir arrolladas por un auto en av. Universidad,
es su destino,
el mío es caer irremediablemente,
encontrarte en bucles de tiempo,
no dejar de sostener la sombra,
a pesar de la dolorosa mutilación…
es mi brazo el que busco,
es el dedo meñique,
esa ardilla muerta.
1 comentario:
Ya dejalo ir Solecita...
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