lunes, 24 de enero de 2011

destino de las ardillas

He vuelto a soñar contigo,
me dejo caer de nuevo
de alturas inmensas,
sin paracaídas -se me olvidó en la bolsa de mano junto a las zapatillas-

tu cara no varía, te recuerdo exactamente,
a pesar del inconsciente
a pesar de la reinterpretación
y de los hechos.

Estás ahí sentado mirando el plato de comida como si nada pasara
como si las hojas de los árboles
o las ardillas no siguieran su curso
y no terminaran por morir arrolladas por un auto en av. Universidad,
es su destino,
el mío es caer irremediablemente,
encontrarte en bucles de tiempo,
no dejar de sostener la sombra,
a pesar de la dolorosa mutilación…
es mi brazo el que busco,
es el dedo meñique,
esa ardilla muerta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya dejalo ir Solecita...