jueves, 2 de abril de 2009

BUNQUER POR:S

ayer estuve como en un bunquer, el exterminio al fin deja la inconcebible fábula de la raza humana con su aire que no se puede respirar, el aislamiento me fortalece, horas que parecieron días o meses, nadie conoce a nadie, solo los olores permanecen y se van asentando en la memoria como piedras o fango, algo las remueve, una mirada tras la reja, un saludo que recuerda tiempos pasados, exóticos tiempos de libertades y remolinos lívidos.
varias palabras juntas que parecieran no decir nada, pero se dicen todo, se dejan crecer en nuestros vientres, a pesar del dolor o de la orina que no baja, me quedé mirando tu rostro iluminado por el as de la ventana, era como el de un muerto - me gusta tu muerte- dije susurrando con el pensamiento.

esta mañana desperté sólo cuando el tumulto de gente que se enfila me obligó a avanzar, entonces recordé que no existes, que yo te he creado tanto como tu me creas y editas en tu máquina de fabricar el tiempo, me gusta cuando piensas y me miras con esos ojos llenos de ansias, con ese ímpetu infantil que me obliga a traicionarme, a ser yo, a no fingir, a regalarte una mirada, esa que te pertenece.
no hay certeza, gracias, no hay tiempos ni espacios, gracias por eso también, no existas nunca, se lo que eres, déjame materializarte y disolverte, pero lo más importante es que jamás me dejes existir.

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