miércoles, 8 de julio de 2009

La Dispute

Me canso de escribir en voz baja; quizá por eso mis dedos están entumidos y el vaso de ginebra no se llena nuevamente; el cigarrillo ha quemado algunas teclas y mis ojos se cierran como cortinas al amanecer.
todo es absurdo, el siempre vivo perfume de tu nombre en mis cristales, en los vasos de algún licor, en las estanterías de zapatos.
no me atrevo a bajar el volumen de la radio tal ves por miedo a sentirme más sola.. o quizá por que el hombre que da el estado del tiempo pronuncia las eses como tú.
la mañana avanza gravemente y no consigo ningún toque especial, nada nuevo, clichés baratísimos, pero ciertos o medianamente cercanos al estado de las nubes que se dibujan en mi techo.
un hombre alto ha entrado en mi despacho; aún no le tengo nada; aprovecho mi traje sastre recién planchado para imponerme frente a sus gafas redondas y su manos temblorosas ante mi pecho cubierto apenas por la blusa de satín desabotonada. - le he esperado- dije, con una sonrisa melancólica, le huelo desde el asiento de caucho, mientras me reclino para dejar mi pierna un poco al descubierto. se que lo nota, con firmeza se ha acercado ala ventana detrás mío y ahora mira fijamente la calle que yo recorría unos instantes antes de su llegada; - no tengo nada-
-lo se; por eso he venido- esta última frase la soltó dejando caer su cuerpo sobre el mío, sus latidos me pasaban por entre las piernas mientras mi falda se recorría suavemente sobre mis caderas, el liguero permaneció en su sitio; la blusa lentamente desabotonada por sus manos hoscas, poco a poco se dejó llevar hasta encontrar el camino y tiempos adecuados mientras mi silla crujía haciendo un compás con la madera del piso; poco a poco hasta que la mañana se hizo tarde y la tarde ocultó los últimos rayos del sol sobre la piel descubierta, una tonada del piso contiguo llevaba los ritmos, algo como el llanto melancólico de un piano; feroz y sensual. nuestros cuerpos enmarcados por aquellas últimas ráfagas de luz, me citaron algo; quizá este tedio no fuese del todo en vano. quizá este vaso de licor me de más ventajas que desempleo.
de todos modos últimamente cada vez que decido recordarte aparece alguien que me regala algo de tu nombre.

No hay comentarios: