lunes, 20 de junio de 2011

cirrosis

quiero saber si me piensas de vez en cuando, si mirarte en sueños te hace presente, si los ojos de los gatos son tan azules,
 si en tus trazos hay de mi algo que  deba saborear, clandestinamente, fugazmente,
saber si hueles igual que antes, como a mazapán y basurita de sacapuntas,
si de vez en cuando entre las calles tan nuestras, tan tuyas, tan nada mías, me contemplas de vez en cuando y te sonríes pensando en algo para que deje de existir.

Quiero, necesito, saber que no moriré en el desesperado intento de reconocerte entre la gente ajena, en el bar de a lado, sobre la mesa, sentado de noche en el chevy como si me esperaras, como si aún a lo lejos esperaras encontrarme.

quiero retenerte mirando los dibujitos virtuales y los nuevos colores, pero ya no me encuentro entre ellos que son tan iguales que cuando existíamos, entre rumores y buenas intenciones escritas en un libro de proyectos inconclusos

yo estoy aquí queriendo algo que ya no quiero desesperadamente querer mientras tacho uno a uno mis deberes emocionales, para alejarme de tu aliento, para no reconocerte entre la gente, para morir en el intento, para no olerte a mazapán, para que no estés una noche esperando con esa sola manera de esperarme, para que te vayas lejos, para no soñarte, para dibujarte de vez en cuando olvidándome de tu nombre, de las promesas, del aliento a sexo , las madrugadas sonámbulas y tibias de un verano en la playa.

quiero saber si me piensas de vez en cuando, aunque sea para no querer pensarme por que a mi me sigue pasando y no quiero estar sola cargándolo todo, bebiéndolo todo. Finalmente la borrachera en soledad es un síntoma del alcoholismo y yo no quiero morir de cirrosis.

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