martes, 5 de julio de 2011

no quiero agradecerte

Quiero estar sola, dejar de confiar en la gente, en el olor de los amigos, en las navajas suizas
en unos ojos llenos de una luz extraña.

Ya no me queda nada, ni las borracheras, ni la calle vacía,
me despojé de todo lo que me arrullaba con esa sola melodía
fúnebre.

Me gusta la muerte  porque  promete paz
(singular palabra que desconozco).

Hoy dejé irse de mis manos una palomilla
la vi volando por la ventana de mi cuarto, la vi con su cigarrillo en la mano,
con sus chistes de cantina, con esa singular manera de referirme.

Lo perdí todo, de nuevo me coloco en la vertiente áspera que me consuela,
sólo que ya no pienso en la muerte como antes.
me regalaste unas hermosas alas,
(unas que no me dejan caer tan hondo)
y después saliste corriendo para que no me diera cuenta,
para que no viera las heridas,
para que no pudiera regresártelas.

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