Manifiesto

cuando descubres que la situación del "otro" respecto a ti debería ser igual a nada, se manifiesta como un shock cerebral, algo así como la muerte de alguna glándula que regulaba el cariño, la admiración e incluso el deseo, para encender una nueva glándula dormida que se preocupa por lo mismo que la otra pero enfocado solo a ti, algo así como un impulso hacia el egocentrismo y el autoplacer, el otro no será más que un vehículo para tu satisfacción personal una suerte de placebo vivo que te reconforta y luego le desechas, como un cartón vacío de cerveza ha cumplido su función -ya puedes recostarte en la ebriedad de la satisfacción personal hasta morir de cirrosis o congestión-

no hay confabulación o complicidad, ya me lo temía, pero quería creer que no era así, quería creerme la estúpida historia que sabe tan bien y es tan autoindulgente
pero la cosa es distinta y tengo que tragarme la esperanza, los cafés en solitario de vez en cuando saben mejor, quizá más en cuando que de vez. O al revés como cuando te quieres quitar el hipo y te pones de cabeza.

ya no me importa de veras, el giro inesperado de la soledad y las galletitas al medio día, perfectos alicientes para la desesperación y el contraflujo vial, me veo parada al final del túnel en el viaducto y espero para ver si un auto es tan amable de atropellarme, ¿puede donar 25,000 pesos a mi familia por favor?, por que en eso estamos cotizados en la última pugna de la bolsa de valores.

Además es muy extraño tratar de comprender por que alguien hace esto o aquello,
es decir con respecto a mi misma. Te me acercas de pronto con un puñado de adrenalina en la sangre y quieres que yo comprenda que cogerme no es lo tuyo o no o quizá querías cogerme y no podías pronunciarlo, como si yo hablara en chino y tuvieses que explicarmelo con señas.

Ya no me importa de veras, prefiero la simpleza de un acostón directo y sin preámbulos.

Dices que no espere y no lo hago, jamás lo he hecho, ni siquiera de mi misma y eso que conozco bastante bien mis capacidades y limitaciones, que más da, finalmente habrá diez más que disfruten de tener sexo contigo (o no).

pero me da mucha flojera e incluso me fatiga de más estarte pensando, lo verdaderamente extraño o más bien frustrante es que podrías haber sido un buen amante, te lo digo en serio como digo "tengo hambre" o "voy a cagar" así de honesto y poco trascendente es mi declaración, y la hago más por mi que por el mundo.

me declaro un ser exento de ataduras y romanticismos baratos de telenovela, yo quiero un amante como un Oliveira reinventado; y no precisamente en Paris o Buenos Aires me conformo con un paseo dominical entre cervezas y deliciosas antigüedades de señora excéntrica y mal intencionada.

Me refiero pues a dejarnos encontrar, a no suponernos, a besarnos en los callejones oscuros entre los perros sarnosos y la embriaguez de una noche en Garibaldi, nada más que eso y lo que devenga de eso, pero hay una sola cosa que no soporto y es que huyamos que nos ignoremos como si no supiésemos nada el uno del otro, como si no nos hubiéramos probado, como si no pasara nada, como si mentirnos fuera absolutamente necesario.
Por eso me callo y anuncio mi salida de este juego absurdo:
vergas hay muchas.